Otra receta de pizza, esta vez para vegetarianos. ¡A las ricas verduritas oiga! No es para nada light, pero está buenísima. Nunca me había dado por mezclar una base de tomate y orégano con nata. Lo que está claro es que teniendo ya la base de la pizza y tomate... puedes hacer una pizza de cualquier cosa! ¡Vivan las pizzas de restos de nevera!
Ingredientes (pizza 1 persona):
- Masa para pizza
- Tomate frito
- Nata de cocinar
- Orégano
- Queso rallado
- Un calabacín pequeño
- Una cebolla pequeña
- Maíz
Pasos:
- En la masa de pizza descongelada, extendemos tomate frito, orégano y queso rallado al gusto. Una cosa más que aprendí de los italianos es que los ingredientes se echan encima del queso, no se vuelve a echar más queso ni nada encima de los ingredientes.
- Freímos la cebolla y el calabacín en sartenes separadas, el calabacín si se hace a la plancha mejor. Se les escurre el aceite y se mezclan en una sartén.
- En la sartén se les echa un chorritin de nata, pero no mucho porque sino la pizza se nos desborda, se deja que se compacte toda la mezcla y cuando empiece a estar menos líquida, apagamos el fuego.
- Echamos la mezcla encima de la pizza y, si queréis, se le añaden unos granos de maíz.
- Se precalienta el horno a 180-200 grados. Y no suele tardar más de 15 minutos en hacerse, depende del horno. Cuando veáis que los ingredientes se empiezan a dorar y la masa de la pizza también, estará hecha.
¡Qué aproveche! Smacznego! Bon appétit! Enjoy it!
Qué buena pinta!!
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